lunes, 17 de diciembre de 2007

Wow


Chamos, me he perdio un tiempico porque he tenio que acompañar gratamente a Elena, la esposa de José, terminar con unos arreglos financieros de su pronta mansión en Miami.
Mi hermano me había pedio por favor que le conseda, pues tenía unos asuntos que resolver de urgencia en Colombia. En ese momento de la petición Elena me había mirao con un brillo poco común de cuñada, y al mismo tiempo yo había tenio un pensamiento fugáz y atrevio.
Camino a la pista del Jet Don Francisco, mi padre, me había dao unos sabios consejos de hombre a hombre.
Llegamos a Miami, wow suenyo!, clamé al descender las escalinatas de la avioneta. Quién más dichoso que yo, Sushi, en un paraíso cosmopolita, y junto a una mujer fatal (pero de mi hermano).
Estaban esperándonos un Roy Roller con champagña fina; luego emprendimos viaje hacia Grove Isla, cito de la posada. Mi única palabra era Wow, todo el tiempo estaba maravillao con cuánta belleza de ciudad, Art deco en los colorios edificios, los carros importaos ylas personas muy glamorosa. Cuánto lujos, cuánto dinero debe haber aquí Wow, dije. El Wow más contundente fué cuando me había parao en la puerta de la Mansión de José.
Entramos, el mayordomo cogió mi maleta hasta la habitación dónde dormiría, luegorecorrimo completito el jardín. Mi rostro perplejo tenía puro asombro de cuán maravilla ostentosa jamás vista por mis ojos; y por las dudas había cerrao mi boca de los wow pa' no cansar a Elena.
Luego de acearnos cogimos el carro pa' realizar el último depósito de dollares americanos, que faltaban pa' que el castillo de ensueños sea suyos. Yo estaba engatuzao hasta por el maletín de piel de serpiente con dijes de amatita que portaba en su mano derecha.
Concluídos los trámites, nos dirigimos a cenar en un reconocio restaurante de carne argentina -Fabuloso asao y fantásticos vinos de la mendoza!-. Abandonamos ese lugar re madre de borrachos y con ganas de rumbear. Elena tenía una de esas glamorosas fiestas electrónicas que tanto aturde. Nuevamente, el inevitable wow del asombro, pero está vez un poco descordinao.
Cuando me estaba acercando a la barra de la mansión de la fiesta en busca de un martini: una mujer rubia de unos 40 años, sorpresivamente, me había rosao con su mano mi gran pija y me había dicho: Come with me. Al parecer Elena había estao muy atenta a esa escena, que bruscamente me cogió un tironeo de esa chabacana mujer. Luego caminamos hacia la terraza. Ahí estuvimos más de 2 horas hablando mientras bebíamos martini, champagña, y de vez en cuando ella aspiraba 3 líneas seguidas de cocaína y yo encendía hachíss. Cuánta conexión habíamos tenio esa noche con la esposa de mi hermano, cuántas cosas que esconde el glamour, cuánto vacío causa el dinero. Mientras contemplábamos el azul del cielo, nos había iluminao una estrella fugáz ilu, y Elena en ese momento se acercó a mi oído susurandome: Házme el amor esta noche!. La había mirao fijo, y por dentro de mi chapota pensaba: por un lado, eso es lo que mi pija deseaba, y después de todo prefería ser yo y no otro extraño a la familia.; y por otro, era la bella mujer de mi polijueputa de hermano y estaba Amy también. Bueno, mis ganas, los martinis, los hachíss y yo habíamos elegio la primera opción: la besé fuertemente, luego cogí su mano y nos dirijimos a la arena. Empecé a desvertirla; ella había arrancao con sus dientes mi pantalón blanco de lino a la altura de mi dura pija. Me la chupaba tan salvajemente que yo estaba desorbitao. Luego la balanceé hacía a mí y se la clavé sin previo aviso. Besé su boca, sus pechugas, su piernas, su orto. Y ella gritaba como perra en celo. Me había chupao, penetrao. Amaba a mi pija y yo a sus agujeros. Gozamos como jamás lo habíamos hecho antes. Luego fuimos a la posada y continuamos haciendo el amor todo el fin de semana, sin parar.
Lunes al alba rumbo a Tortugas. En el viaje tratamos de congeniar un acuerdo pa' el futuro. Inevitablemente, lo vivio en Miami con Elena implicará un cambio porque nos hemos enamorao y hemos decidio estar juntos. Wow!

7 comentarios:

Anónimo dijo...

sushi suSHI SUSHI, manito en que lío te has metio. Dios te ampare!.
una corrección gramatical, tienes mucho "había".

Anónimo dijo...

vos sos dana dolce?

sushi dijo...

manita saludos!

sushi dijo...

no no no no, te equivocas porque yo soy Sushi Harrison Puente.
Dana Dolce debe ser una mujer alevosa, de mucho dinero y esposa de algún narco colombiano.

Anónimo dijo...

Dana Dolce es una pobre pelotuda no le da para escribir asi.

sushi dijo...

oye, chamo 'justiciero', mi blogspot no es pa' hacer justicia chabacana ni menos pa' comentar malas palabras a la gente.

SOLO TURQUESA dijo...

Sushi, acostumbrate, muchos de los que visitan tu blog son argentinos y tenemos malas costumbres....
que bravo se puso la historia con Eena.. aunque se veia venir, la mirabas mucho vos...